martes, noviembre 25, 2014

"PADRE RICO, PADRE POBRE"; SI USTED ES POBRE ES PORQUE QUIERE




Terminé de leer el excelente 1914 de Max Hastings, después de que tuviera que entremeter otro libro para poder afrontar una entrevista de próxima publicación en el blog, y tenía ya preparado el EN LAS TRINCHERAS, de Gaziel, un libro al que le tengo muchas ganas desde hace tiempo, pero resulta que una amiga me dijo que estaba leyendo un libro de autoayuda, me habló de él, me picó la curiosidad y me puse con él.

Se trata de PADRE RICO, PADRE POBRE, del autor norteamericano de origen japonés Robert Kiyosaki. Este es el típico libro de "Hágase millonario sin esfuerzo" y similares, por lo que no pude evitar afrontarlo con bastante escepticismo, por no decir otra cosa. En general, soy tremendamente escéptico con los libros de autoayuda, que me parecen una manera de tomar el pelo al personal a la vez que se le mete la mano en la cartera; todavía me estoy recuperando de aquellas mamarrachadas de La buena suerte o ¿Quién se ha llevado mi queso?.

Por tanto, podéis imaginar mi actitud ante este libro. Sin embargo, nada más comenzarlo la verdad es que me enganchó. De hecho, me lo he leído en apenas un día, casi de un tirón.

El libro explica cómo hacerse rico, algo que despierta un lógico interés. Como pasa con los libros de autoayuda, o de dietas, el autor te ofrece una especia de fórmula mágica; tan sólo tienes que aplicarla para salir de pobre, una situación que el autor compara con la rueda en la giran los hámsters, ya que uno trabaja cada vez más duro para poder endeudarse más, en una especie de círculo vicioso.




Evidentemente, su fórmula no es de aplicación sencilla o inmediata, aunque él lo quiera presentar así. Y, en todo caso, los principios en los que se basa su fórmula son conocidos o, al menos, intuidos por cualquiera que sepa un poco cómo funciona todo... Pero aun así, Kiyosaki sabe presentar un producto enormemente atractivo, digno de ser degustado, aunque sólo sea para ver sistematizado ese pensamiento que todos intuimos.

En el libro, Kiyosaki descubre la sopa de ajo: Trabajando, no nos vamos a hacer ricos. Eso creo que más o menos lo tenemos todos claro, pero lo que aporta el autor es la supuesta demostración de por qué eso es así. Al comprender por qué uno no se hace rico trabajando, uno deduce lo que tendría que hacer para hacerse rico, y Kiyosaki analiza y explica lo que se debe hacer.

Yo no tengo formación económica para saber si el planteamiento del autor es correcto o no (espero que alguno de vosotros nos pueda iluminar), pero al menos presenta unas conclusiones que no parecen disparatadas. Por ejemplo, él asegura que ha de ser nuestro dinero el que trabaje duro, no nosotros. Pues he repasado un poco mis cuentas y tiene razón, mi dinero está trabajando duro, pero para el banco; a mí, después de la comisión de mantenimiento, me deja apenas las migajas, a las que encima hay que descontarles el IRPF.

Total, Kiyosaki nos pone ante el espejo, lo que provoca una gran incomodidad, y vemos que, en efecto, seguimos algunas estrategias que son aceptadas mayoritariamente como correctas, pero que en la práctica nos alejan de la riqueza, mientras que otros, más espabilados, saben como atraer el dinero hacia sus bolsillos.

Padre rico, padre pobre es un libro sensacionalista, que tiene el valor que se le quiera dar y que los economistas, seguramente, podrán desmontar en dos patadas. Además, adolece de lo mismo que otros exitosos libros de autoayuda; cuando lo acabas, estás convencido de lo que el autor te ha dicho, te ha vendido la moto, pero después no sabes por dónde comenzar, no sabes qué acciones concretas debes emprender. Pero, aun así, no hay duda de que este libro lanza interesantes reflexiones para nuestra economía personal que, al menos, merecen el tiempo de lectura empleado.

Por último, aquí tenéis el audiolibro de Padre rico, padre pobre, por si alguien quiere escucharlo:





Si queréis más opiniones sobre el libro antes de decidir si leerlo o no, en su página de AMAZON.ES tenéis medio centenar.


jueves, noviembre 20, 2014

EL ALMIRANTE: EL PÉNDULO DE LA HISTORIA



Bien, vamos muy brevemente con una recomendación fílmica, ya que estoy muy liado, pero aun así no quiero dejar pasar el tema, porque después me pongo con otras cosas.

Ayer vi por TV, en La 2, la película rusa EL ALMIRANTE (Andrey Kravchuk, 2008), gracias a que mi amigo experto en asuntos rusos me avisó, ya que no suelo ver la tele.

El film narra la vida de ALEKSANDR KOLCHAK, líder de los rusos blancos durante la guerra civil rusa (1917-1923). Si vosotros, igual que yo, no sabéis mucho de este conflicto, tenéis la oportunidad de acercaros a él gracias a esta película con hechuras de superproducción.

Desde el punto de vista puramente cinematográfico, la cinta únicamente destaca por su buena ambientación, y algunas escenas logradas, como la de la batalla naval del principio, o la secuencia de la carga a la bayoneta de los rusos blancos. El resto no tiene demasiado interés; la historia de amor cojea debido a la escasa química entre los protagonistas y da la impresión también de que el relato va a saltos, seguramente se quedó bastante metraje en la sala de montaje. Aunque dura dos horas, que se hacen cortas, seguramente debía haber durado una hora más, o mejor todavía si hubiera sido una serie de TV.




Pero si la recomiendo es por el factor histórico. Después del largo período comunista, Rusia se lanzó a la recuperación de su pasado, lo que motivó la producción de esta película, que seguro que encantó a Putin (quien, curiosamente, guarda un sorprendente parecido físico con el auténtico Kolchak).




Pues en esta cinta podemos ver ese pasado imperial, a cuya recuperación aspira Putin, en todo su esplendor.

Por cierto, me encanta que en la película se llamen uno al otro todo el rato diciendo el nombre compuesto; Alexandr Vasilievich, Anna Vasilyevna o Sergey Nikolayevich...




Aunque el film se sitúa claramente del lado blanco, hay que agradecer que tampoco carga demasiado las tintas contra el bando rojo, un maniqueísmo al que esta producción se prestaba bastante. Aun así, resultan impactantes las escenas de los fusilamientos y ahogamientos de los oficiales zaristas a manos de los revolucionarios.

Con El Almirante vemos claramente cómo oscila el péndulo de la historia; el que antes era un vituperado contrarrevolucionario-enemigo-del-pueblo, hoy es un héroe de la Santa Rusia. Así que si queréis conocer a este personaje, así como acercaros a un episodio, el de la guerra civil rusa, del que apenas contamos con referencias, no os perdáis esta película.


EDITO (21/11/14): Mi amigo experto en temas rusos me ha confirmado mi impresión de que la película parece ir a saltos y que hubiera sido mejor producir una serie. En realidad, El Almirante se concebió como serie y así se emitió, en diez capítulos, pero se realizó también esta versión en largometraje en la que, indudablemente, se pierde mucho del relato original.




lunes, noviembre 17, 2014

¿PUEDE HABER UNA PELI DE ZOMBIS NAZIS BUENA? ¡¡SÍ!!



Tal como anuncié en Facebook, vamos con la crítica de una película que me ha sorprendido muy gratamente, DEAD SNOW 2.

Hace un tiempo vi la primera parte, DEAD SNOW. Aunque el atractivo era ver un montón de zombis nazis (soldados alemanes de la SGM resucitados), la verdad es que era la típica película de grupo de chicos y chicas que están en una cabaña en el bosque -o donde sea- y comienzan a ser víctimas de un asesino, en este caso un batallón entero de ellos. El guión era básicamente intercambiable con esas otras películas.

No obstante, la película estaba bien, pero no pensé que daba para una secuela, la verdad. Sin embargo, mi hermano me avisó de que había una segunda parte y me la recomendó entusiásticamente. Yo no le di mucho crédito y, después de obtenerla, dejé la peli bastante tiempo en la nevera... hasta que el pasado sábado me puse a verla, por curiosidad más que otra cosa (con subtítulos en inglés, no sé si hay en español).







Comencé a ver unos minutos antes de irme a cenar... pero ya no pude dejar de verla, me enganchó desde el minuto uno. Se ve que, después de Dead Snow, el director se fue a Hollywood y allí aprendió bastante, porque la peli tiene ritmo, buenos efectos, un guión digno para lo que se puede esperar de un film de estas características y, sobre todo, un humor negro negrísimo...

Pues eso, preparáos para un humor negro sin concesiones. Si creéis que estos zombis van a tener compasión de unos inocentes niños noruegos que están jugando tranquilamente en un cajón de arena mientras avanzan hacia ellos con un Tiger... estáis equivocados. O de una pobre señora que trata de huir en silla de ruedas... pues tampoco.

La verdad es que casi todos los gags del film funcionan. Como ése en el que el coche está atascado en el barro... O lo que utilizan para extraer gasolina de un depósito... Váis a encontrar humor gamberro del de verdad, el que le hizo falta a IRON SKY, por ejemplo. Y además, sin moralinas, ni mensajes, ni gaitas, sólo gore, diversión y carcajadas aseguradas.

Y el escuadrón de nerds norteamericanos cazadores de zombis también está logrado, con el jefe haciendo un buen papel. Y el empleado del Museo resulta contenido cuando su personaje daba para algunos excesos... Quizás el único que desentona es el jefe de policía, demasiado histriónico, y el epílogo para mí sobra -pese a que algunos lo ven muy gracioso-... pero en general todo está en su sitio y, aunque se masca el peligro de que en cualquier momento caiga en el esperpento, la cinta funciona como un reloj.




Por cierto, impresionante el Tiger que los zombis consiguen en el Museo. Y, de paso, todavía no he averiguado si ese Museo de la Segunda Guerra Mundial existe de verdad o no, tengo que investigarlo.

Pues nada, aunque no os gusten los zombis, no os perdáis DEAD SNOW 2, hacedme caso, sabéis que yo nunca os engaño.

Y, por último, quedáos hasta el final de los títulos de crédito...



viernes, noviembre 14, 2014

UN POQUITO DE MÚSICA




Hace unos días me surgió interés por un aspecto de la Segunda Guerra Mundial que uno suele dejar de lado, y es la música militar.

Me pasó porque me encontré tarareando el famoso PANZERLIED, muy conocido por la interpretación que hacen en la película LA BATALLA DE LAS ARDENAS, una escena que seguro que todos recordáis:





Aunque la escena es emocionante, si no habéis visto la película no os precipitéis a verla, porque es realmente mala.


Aquí tenéis la misma canción, pero en un espectacular montaje de video:





Impresionantes esos tigretones... ¿no os parece?


Pues he encontrado algunas otras canciones alemanas, pero de ellas destacaría ésta especialmente, que se convirtió en un himno del Afrika Korps, HEIA SAFARI.



El montaje de video también es espectacular. No os perdáis la última escena, en la que se ve para qué puede servir también el blindaje de un Panzer...







Si hay alguno de vosotros que domine el tema, que nos descubra alguna más y, de paso, que nos diga cuál era la canción favorita, por ejemplo, de los tripulantes de los U-Boot, o de los pilotos de la Luftwaffe, tengo ahora curiosidad.






domingo, noviembre 09, 2014

TRES PELÍCULAS DE NAZIS





Ayer sábado se estrenó en TVE la serie alemana HIJOS DEL TERCER REICH, a la que ya le dediqué una entrada en el blog.

Pues la semana pasada me embaulé tres películas del mismo género que tenía pendientes desde hace tiempo.

La primera fue EL LECTOR (The Reader, 2008), dirigida por Stephen Daldry e interpretada por Kate Winslet y Ralph Fiennes.





Tengo que deciros que este film se ha encaramado rápidamente a mi Top 10 de las peores películas que he visto en mi vida. ¿Cómo es posible que semejante basura se haya podido rodar? La explicación, viendo el final, yo ya la sé, pero mejor vamos a dejarlo aquí porque no quiero meterme en un huerto, pero ya sabéis por dónde voy.

Hay que reconocer que Kate Winslet hace lo imposible por levantar el pestiño, que sólo ella parece tomarse en serio, pero ni por ésas.

Ahora vienen spoilers que, en otra película, los evitaría, pero aquí no importa porque sé que los que no la hayáis visto no váis a perder el tiempo viéndola y, en todo caso, la cinta constituye tal despropósito que da igual:

¿Resulta que la chica es analfabeta pero aun así es empleada de la compañía de tranvías? ¿Quién se cree eso? Además, eso de la masacre que llevan a cabo las guardianas del campo por no dejar salir a las prisioneras de la iglesia que se incendia... ¿quién se lo puede creer? Y ese final en Nueva York...

En fin, de vergüenza ajena.

Vamos con otra película que tampoco es que supere demasiado a El Lector, pero al menos no agrede a la inteligencia del espectador: LA LADRONA DE LIBROS (The Book Thief, 2013), dirigida por Brian Percival e interpretada por Sophie Nélisse en el papel de la niña, y los solventes Geoffrey Rush y Emily Watson como matrimonio de acogida.

Yo intenté en su día leerme el libro, pero lo dejé por la mitad, cosa rara en mí, ya que siempre me acabo los libros que empiezo, por malos que sean. No sé por qué, no me enganchó la historia. Tenía curiosidad por ver la película, para ver que si fallaba la historia o era yo, pero después de verla sigo sin verle el interés. Seguramente estaré equivocado, porque el libro fue un éxito mundial y el film parece que más o menos funcionó, así que si no habéis leído el libro o visto la película, tampoco os voy a tratar de disuadir.





Para mí, la película no acaba de funcionar porque no la veo realista, no refleja la vida cotidiana de los alemanes durante la guerra. Además, no hay ninguna intriga, fuera de conocer la marca del champú que usa la niña, capaz de mantener un cabello brillante y sedoso bajo las peores condiciones, impresionante.

Por último, vamos con lo único rescatable de ese fin de semana, la película para TV MARCADOS POR EL TERCER REICH (Nicht alle waren Mörder, 2006) dirigida por Jo Baier. Esta cinta es la típica película de sobremesa de Antena 3 que uno ve sumido en el sopor posterior a la comida, que incluye indefectiblemente un drama en el que aparece una madre y su hijo...




Pero, a pesar de sus limitaciones, esta película me parece muy digna, además de mostrarse bastante realista. La ambientación está muy lograda.

Te acabas metiendo en la historia; te importa lo que le va a suceder a esa madre y su hijo, lo que quiere decir que el film cumple con sus modestos objetivos.


Afortunadamente, está disponible en Youtube:





Lo único que no me acabado de gustar es el final, pero en este caso, como creo que vale la pena verla, no voy a deslizar ningún spoiler.

Pues espero vuestras opiniones sobre estas películas, para ayudar a los demás seguidores del blog a decidir si quieren verlas o no.


lunes, noviembre 03, 2014

EL ÉPICO PASADO DE LAS BOTAS HUNTER




Después de la primera entrega de la colección de Gregorio Torres, vamos con un post ligero, trivial y casi diría que hasta frívolo.

Hace unos tres años, supongo que a vosotros también os sorprendió ver de pronto al pijerío femenino con botas de agua a la mínima que se ponía nublado; pero no eran botas de agua cualquiera, of course, sino que debían ser de la marca británica HUNTER.

Intrigado, busqué una respuesta a esa intrigante y trascendente cuestión y descubrí que, al parecer, una chica que creo que está casada con alguien de la casa real británica había puesto de moda lo de usar botas de agua, aunque éstas son de una marca francesa:




Pero esta famosa modelo sí que acostumbraba a lucir unas embarradas Hunter a la mínima ocasión:





Ahora me da la sensación de que este año no se ven tanto, quizás porque al final se las compró hasta el gato, y han perdido la exclusividad que entonces tenían; un efecto parecido al de las Bikkembergs, que ahora sólo las llevan los garrulos pensando que todavía molan.

Pues bien, este domingo, hojeando un suplemento dominical, me enteré de que las botas Hunter tienen un pasado épico.

La marca nació en 1856 en Edimburgo para la fabricación de botas de goma, aunque luego fue abriendo el abanico de producción de artículos de este material. Pero su gran expansión se produjo con el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando la Oficina de Guerra encargó a la empresa la fabricación de unas botas de agua que soportasen las condiciones extremas que se daban en las trincheras.



En total, 1.185.036 pares de botas fueron fabricadas por Hunter con destino a los sufridos pies de los soldados británicos. Curiosamente, estas botas serían objeto de envidia de los soldados alemanes.



Cuando llegó la Segunda Guerra Mundial, la fábrica Hunter recibió de nuevo la llamada de las autoridades militares británicas, que hicieron un gran pedido de botas de agua, pero también de otros elementos de goma, como colchonetas, máscaras antigás o chalecos salvavidas. Las botas Hunter fueron muy apreciadas en los terrenos que solían permanecer siempre encharcados.



Al final de la Segunda Guerra Mundial, las botas Hunter se popularizarían también entre la población civil; si se habían mostrado muy útiles en el frente, también lo serían en las faenas del campo. Y a partir de ahí, las botas se abrirían camino entre el gran público, hasta llegar a hoy, que son un glamuroso artículo de moda a pesar de ser unas sencillas botas de agua.




Pues ya lo sabéis; cuando a partir de ahora veáis por ahí unas botas Hunter, pensad en la historia bélica que hay detrás, aunque os decepcione saber que los modelos más populares están ahora hechos en China.


Por último, os invito a leer una interesante entrevista que me ha hecho la escritora y guionista Angela Armero para su blog, en la que hablo de mi último libro, LOS MAGOS DE HITLER.



La podéis leer AQUÍ.

sábado, noviembre 01, 2014

EXCLUSIVA: LA COLECCIÓN GREGORIO TORRES



Bien, amigos, tengo el honor de presentaros en exclusiva las piezas de la colección personal de un autor español que, si no es quien más sabe sobre el Tercer Reich en España, seguro que está entre los primeros, el extremeño GREGORIO TORRES GALLEGO.

Es el autor, entre otros títulos, de un libro que debería estar inexcusablemente en todas vuestras bibliotecas, DICCIONARIO DEL TERCER REICH. Yo lo utilizo habitualmente como libro de consulta para escribir mis obras y me consta que son más autores los que recurren a él para lo mismo. Eso sí, no pierdo la esperanza de que algún día Gregorio escriba una versión mucho más extensa de su libro; sería, sin duda, una obra excelsa.



También es el autor de los dos volúmenes de CONDECORACIONES DEL TERCER REICH, la obra de referencia en español sobre el tema.

Pues resulta que Gregorio tiene en su casa un auténtico museo dedicado al Tercer Reich. Yo todavía no he podido visitarle porque me queda un poco lejos, pero un amigo común lo ha hecho y salió de allí alucinado.

Al final, Gregorio ha accedido a mostrarnos las valiosísimas piezas de su museo personal, pero con cuentagotas. Así, cada cierto tiempo, iré publicando aquí una foto de su colección.

La de hoy está dedicada a la Marina de guerra alemana.




Aquí podemos ver los diferentes distintivos de veteranía de la Kriegsmarine, que paso a describir con la información que me ha hecho llegar el propio Gregorio.

De izquierda a derecha y de arriba abajo: Flota de Alta Mar, Buques Corsarios, Minadores-Dragaminas y Buques Menores de Escolta, Destructores, Artillería Costera, Submarinos, Rompedores de Bloqueo y Pasador de Combate Genérico.

Además se muestra un ejemplo de la insignia nacional en forma de águila que lucían en el pecho los oficiales de la Armada.

Hay que apuntar que el Distintivo de Rompedores de Bloqueo, otorgado a los tripulantes de buques mercantes que lograran burlar el bloqueo establecido por las marinas aliadas a los puertos controlados por los alemanes, no era una distinción militar, sino civil.

Especial interés tiene el Pasador de Combate Genérico, muy difícil de encontrar pues no se llegó a fabricar industrialmente, debido a que fue establecido ya en una fecha muy tardía para premiar a marinos que hubieran realizado un mérito de guerra muy especial, o bien que acreditasen haber realizado al menos cinco veces las misiones necesarias para conseguir cualquiera de los otros distintivos mostrados en la fotografía.

Pues quiero agradecer desde aquí a Gregorio su amable disposición a mostrarnos las piezas de su colección, que nos va a permitir también disfrutar de ella.