lunes, noviembre 12, 2012

LA GUERRA CIVIL EN UN PUEBLO DE GRANADA


Bien, seguimos con el tema de la guerra civil española...

Como os dije, del libro de Preston iba por las primeras semanas de la guerra civil en Andalucía. Así que el sábado, que tenía comida familiar, le pregunté a mi tía qué recuerdos tenía de aquello. En el verano del 36 ella tenía nueve años, y como tiene todavía la mente muy clara se acuerda como si fuera ayer.

La familia de mi madre es de Huétor-Santillán, un pueblo situado a unos diez kilómetros al este de Granada, y era lo que se decía entonces una familia "de orden". Mi abuelo, Francisco, era por entonces carnicero.

Aquí os presento a mi abuelo, cuando hizo la mili. Por lo que dice mi tía, sería en torno a 1920, y sólo estuvo cuarenta días (¿alguien sabe si eso era normal en la época?). Mi tía cree recordar que la hizo en Almería.


Aunque en la foto lo veáis tan marcial, se ve que se limitó a pelar patatas en la cocina. Según una de las típicas "historias de la puta mili", un teniente se quejó de que en los pollos que llegaban a la mesa del comedor no había nunca ni rastro de los muslos, se ve que "se perdían". Así, el teniente dio una palmada al lado de un gallo y éste echo a correr, para "demostrar" delante de todos que los pollos del cuartel tenían dos patas. Sin embargo, el asunto de los muslos perdidos -del que seguro que mi abuelo algo sabía- nunca se aclaró.

No me quiero equivocar, porque sólo he estado un par de veces, pero creo que esta foto de la plaza principal de Huétor está tomada justo desde el punto en el que se encontraba la casa familiar:


Mi tía dice que cuando estalló la guerra, su madre metió a la familia en casa y cerró todo, pero que ella pudo mirar por la ventana y vio marchando por la calle a "gente con un pañuelo colorado al cuello", es decir, que en un primer momento el pueblo quedó bajo el control de los republicanos.

Dice que fueron a su casa a buscar a su padre y le dijeron "Paco, tienes que darnos la escopeta". El se la entregó sin ningún problema y mi tía dice que "después se la devolvieron", lo que da idea de que en el pueblo había "buen rollo", si es que se puede decir eso. En cambio, me dijo que en Alhama de Granada, de donde era la familia de mi abuela, sí que mataron a bastante gente de derechas.

Según mi tía, en Huétor no hubo entonces ningún incidente. Los republicanos no cometieron ningún exceso y todo discurrió con calma. Aun así, mi abuelo cogió a toda la familia y se la llevó a casa de unos familiares al pueblo de Alfacar. De ahí regresó a Huétor, a pesar de que seguía en poder republicano, para vigilar la casa.

Pero un tiempo indeterminado después llegaron los nacionales. Mi abuelo fue a buscar a la familia a Alfacar y regresaron todos. Mi tía dice que había allí "una pila de soldados" y que se quedaron ya toda la guerra; insistía en que había muchos, tal vez sería una guarnición para vigilar esa estratégica ruta que sale de Granada hacia el este.

Cuenta que mi abuelo se ofreció al oficial responsable para proporcionar carne a la tropa. Así que durante los siguientes tres años mi abuelo se dedicó a buscar por ahí ganado, matarlo y avituallar así a los soldados, y que ganó bastante dinero. Pero dice que para el final ya no había manera de conseguir ganado y que tuvieron "que matar a la cabra de la leche". Fue a hablar con el oficial y le explicó que no podría seguir cumpliendo con lo acordado, pero el militar fue comprensivo y le dijo que no pasaba nada.

Esta foto de soldados nacionales ante un cocido en el frente cántabro puede servir la ilustrar ese episodio gastronómico:


Sobre la represión llevada a cabo por los nacionales, mi tía dice que, aunque los "rojos" no hicieron nada en el pueblo, fusilaron a unos treinta en ese primer momento. En los años siguientes era normal que de vez en cuando se llevasen gente sospechosa a Granada y que nunca más se supiera de ellos.

Tras la guerra, mi abuelo fue nombrado alcalde, aunque parece ser que no era lo suyo. Por lo que dice mi madre y mi tía, unos familiares se aprovecharon de él para que fuera firmando documentos y conseguir productos para venderlos de estraperlo. Al final, se ve que mi abuelo no sacó nada de aquellos tejemanejes, y no sólo eso, sino que alguien de arriba advirtió lo que estaba ocurriendo allí y acabaron poniéndole varias multas a él.

Mi tía también explica que el hijo de un "rojo" de pueblo quería ser guardia civil pero que sus antecedentes eran un obstáculo insalvable; mi abuelo abogó por él en Granada y finalmente el chico pudo ser guardia civil, por lo que siempre le estuvo agradecido.

Durante la posguerra, Huétor fue un punto caliente, al ser una zona en la que actuaba el maquis, produciéndose frecuentes refriegas entre los guerrilleros y la guardia civil. Mi madre dice que se les llamaba "la gente de la sierra", y que iban por la noche a los cortijos a conseguir comida. Por entonces había mucho miedo, ya que a veces la misma guardia civil se hacía pasar por "gente de la sierra", y si en los cortijos se les daba comida después venían guardias civiles de verdad para interrogarles...

AQUÍ podéis leer un episodio ocurrido entonces, en 1945, en el que resultaron muertos un padre y un hijo, además de otro hombre, en circunstancias confusas. Su protagonista es un cabo, un tal Rafael Joya. Aunque mi madre por entonces sólo tenía nueve años, recuerda perfectamente el terror que despertaba "el cabo Joya" en el pueblo, tenía a todo el mundo acongojado, se ve que era un auténtico hijo de aquello, así que es muy probable que se tratase de una fría ejecución y no de un enfrentamiento con la guardia civil, tal como el cabo trató de hacer ver a las autoridades.

Según un recorte que mi madre conserva de EL PERIODICO DE CATALUÑA del 23 de marzo de 1980, en un artículo titulado "Así fue la guerra civil que vivieron los niños" se hace referencia al cabo Joya. Ahí, un hombre que entonces era un pastorcillo de 12 años, afirmaba que "todos le tenían un miedo espantoso por allí, pues mataba a la gente como quien mata chinches (...) me dijeron que había ejecutado manu militari, sin preámbulos de ninguna especie, a varias personas, acusándolas de haber ayudado a los de la sierra. El propio muchacho fue torturado por el cabo, tras ser detenido cuando venía de hablar con su tío, apodado "El Yatero", un guerrillero que había sido capitán del ejército republicano y que se ocultaba en una cueva. Le ataron una soga al cuello y lo pusieron de pie sobre una piedra redonda, por lo que si se hubiera resbalado se hubiera ahorcado. Pero el chico no delató a su tío.

Aquí tenéis el recorte. Es el texto que viene bajo el ladillo "Al pie de Sierra Nevada":



Pues esta es la información que pude obtener sobre la guerra civil en el pueblo de la familia de mi madre. Espero que os haya parecido interesante.

Como información complementaria, he encontrado esta noticia sobre una bomba de la guerra civil encontrada este año en Huétor. También podéis ver AQUÍ que en los alrededores del pueblo se conservan numerosas trincheras republicanas.



15 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante Jesús, gracias por compartirlo.
La Guerra Civil es algo que cada vez me interesa más. Me leí hace un año el libro de Beevor y ahora quiero comenzar otro, pero aun no me he decidido por cual...
Un saludo!

Mario Tenorio dijo...

Ya sabía que tenías familia andaluza. Lo que desconocía es que también tuvieras una historia tan interesante que contar de la GCE.

Mi abuelo estuvo en Comunicaciones, es decir, tendiendo cables de un lado a otro. Nunca le saque una palabra sobre el conflicto y eso que mantuve una gran relación con él. Era un tema tabu, como para tantos españoles.

Años más tarde, conocí a una persona que no quiso "saludar a la romana" en un cine, tal como era la imposición en aquellos años de hierro en la zona nacional, y estuvo condenado a muerte pero la sentencia fue derivada a una pena de cárcel.

Saludos desde el Sur.

Mistròc dijo...

Ojalá cada español pudiera aportar su historia para incluirla en un tomo enorme. ¿Os lo imagináis? "La historia definitiva de la Guerra Civil".

Bala Perdida dijo...

Muy muy interesante la historia, no he podido dejar de acordarme de lo ultimo de Almudena Grandes, "El lector de Julio Verne", la habeis leido?? Que os parecio???

Humberto dijo...

Apasionante historia, Jesús. Creo que cada español tiene las suyas propias y que deberíamos compartirlas sin enfrentamientos para poder superar como pueblo nuestro pasado. Aprender de él y perdonar a nuestros antepasados.

Un saludo a todos.

Maktub dijo...

Olé! No sabía que tuvieses sangre de mi tierra, ya decía yo...éste tipo me cae muy bien, vivo "cerca" de la zona dónde se relatan los hechos, y te puedo asegurar que los mismos se repiten en todos los pueblos de Andalucía.

Un saludo.

Ardacho dijo...

En casa poco se ha hablado de la Guerra. Sé que la familia de mi padre, de Cuenca, era del bando nacional y los rojos les dieron matarile a unos cuantos, aunque también he oído que el abuelo de un primo estuvo preso después de la guerra (luego digo yo que sería rojo).

Mi abuelo materno, de Castellón, era del bando republicano y después de la guerra también he oído que ayudó a más de un maqui (era médico)

Santiago PR dijo...

Muchas gracias Jesús, muy interesante. Sobre todo, lo que constato de lo que he leido y lo que he oido que es poco lo que sabemos de la guerra, a nivel detalle, de nuestras familias, ya que se instaló, y no seré yo el que lo critique, un mutismo en torno a este tema. Era tabú. La verdad es que te pones a bucear un poco y de cada familia puedes sacar un libro.
Esto es lo que yo he averiguado a grandes rasgos de la mia. Mi abuelo paterno era militar y se sublevó con los nacionales. Su padre, en cambio, era de Unión Republicana, y al acabar la guerra se fugó a Francia con una segunda familia secreta que tenía de la que nadie sabía nada hasta hace unos años, y que después de la guerra se hicieron maquis. Y el otro abuelo de mi padre era oficial de Intendencia que se sublevó en Avila, y que salvó a su suegro de ser fusilado por sus simpatías con la República. Por parte de madre, su padre luchó con los nacionales y fue herido de gravedad al final de la guerra. El abuelo paterno de mi madre fue asesinado por un grupo de anarquistas en Barcelona, y de hecho hace muy poco, por un libro del año 2007 o así, nos enteramos que les mataron para robarles, porque se llevaron el botín a un almacén de Londres a través de un brigadista inglés y después de la guerra se dieron la gran vida. Tres tíos curas de su madre también fueron asesinados y el tío de mi madre era oficial del Tercio de Requetés de Montserrat, y murió en Codo, Belchite.
Como veis, al final toda familia tiene de todos lados, por eso me parece absurdo dividir entre buenos y malos. Es una guerra civil, la peor guerra que puede existir, porque se matan entre hermanos, y desgraciadamente en España en el siglo XIX y XX hemos tenido demasiadas. A ver si aprendemos de una vez.

Mistròc dijo...

Por cierto, ¿habéis visto la nueva jugada de los neonazis griegos? Se nota que han aprendido de los de verdad. Un horror.

http://cultura.elpais.com/internacional/2012/11/13/album/1352824518_254811.html

Marcos dijo...

Creo que ya te has infectado irreversiblemente del virus Guerra Civil Española. Yo empecé así.

Casi todo el mundo tiene historias familiares de la Guerra Civil dignas de una novela... Sólo hace falta sentarse al lado de los abuelos, hacer las preguntas adecuadas y escuchar con cariño.

¿Acabaremos leyendo un libro tuyo sobre la Guerra Civil Española?

pedroboso dijo...

Hola a todos, muy interesante todo, como veo que JH y alguno más se ha puesto sentimental pues voy a contar yo tb algo de mi familia.

Por suerte ninguno de mis abuelos tuvo que combatir en la GCE, por distintos motivos:

Mi abuelo paterno (canario) era el mayor de sus hermanos y ejercía como cabeza de familia, al haber fallecido mi bisabuelo relativamente joven, y como tal, se libró de la guerra por lo visto por ser "mantenedor de una familia" o algo así.. Luego con un par de narices se casó con mi abuela en 1938, por la Iglesia, en plena GCE. Mi padre nacería en 1941, en pleno auge y ofensiva del III Reich sobre Europa.

Mi abuelo materno (gallego) se libró de la GCE ya que en esos momentos estaba en el Seminario.. sí, sí, iba para cura.. Que ocurrió? Pues a falta de 2 años para terminar sus estudios religiosos, conoció a mi abuela y por lo visto perdió su vocación y decidió colgar los hábitos. Se casó con ella en 1942, en plena 2GM. Mi madre nacería en Junio de 1944 (a alguien le suena el Día D?) en pleno declive del III Reich.

Desde aqui mi homenaje a mis queridos abuelos, y sobretodo al gallego, que si no es por su cambio (y creo que mucho tuvo que ver la belleza de mi abuela) no estaría yo ahora escribiendo estas letras...

De todos mis abuelos, sólo me queda mi abuela materna la cual vive en Madrid y a sus 95 años está estupenda de salud y sigue siendo franquista hasta la médula; y a esta edad cualquiera la convence de otra cosa.

Saludos!

Bergadrak dijo...

Gracias por compartir esta historia Jesús, así como las demás que han aportado en los comentarios.

Mi abuelo por parte de madre era un chaval en el 36. Estudiaba en un seminario de Teruel para cura. Me contó que entraron los milicianos y fusilaron delante de los chavales profesores, curas y todo aquel que tuviera algo que ver con el seminario. Cogió tanto miedo que estuvo encerrado en el desván de unos parientes casi 3 meses y que casi no comía nada. Lo sacaron de allí y lo enviaron a casa de un hermano suyo aquí en Barcelona después de la batalla de Belchite. Y aquí lo iban a movilizar cuando cayó Barcelona y ya sólo tuvo que "pringar" 2 años de mili con el ejército franquista en plena posguerra.

Mi abuelo paterno tenia 30 años cuando estalló la guerra. Aunque natural de Huesca, vivia en Barcelona desde hacia mucho tiempo. Al parecer estuvo en la batalla del Ebro, donde lo hirieron y fue trasladado al hospital militar de Barcelona, donde fue arrestado por los franquistas cuando entraron en la capital. Pasó por un campo en Burgos y durante muchos años tuvo muchas dificultades para encontrar trabajo por haber servido en el ejército republicano.

Y mi bisabuelo materno era un prohombre de Santa Coloma de Gramanet. Acogió religiosos en su casa cuando estalló la guerra y eso le salvó de morir fusilado en el 39, cuando alguien de importancia del obispado abogó por el. Eso si, estuvo dos años encerrado en un campo de concentració en Burgos (creo que en Miranda de Ebro). Mi abuela contaba que cuando volvió le tuvieron que afeitar la cabeza y el pelo andaba sólo por el suelo por los piojos que llevaba.

Es complicado no tomar partido por unos u otros puesto que ambos bandos cometieron desmanes y crímenes y a la vez fueron víctimas y padecieron miserias. Quiza si hubieramos cerrado la transición como debíamos seria más fácil historiografiar el conflicto. Franquistas y republicanos con las manos llenas de sangre murieron (o siguen viviendo) plácidamente sin dar cuenta a la justícia.

En fin, que sean nuestros nietos los que analicen el tema, quizá cuando ya no quede nadie vivo de los que estuvo allí podremos pasar página.

Saludos a todos y felicidades nuevamente por el blog.

David L dijo...

Mi abuelo por parte paterna fue reclutado en Calatayud por los nacionales que se hicieron con la ciudad desde el primer día, no sé mucho sobre su trayectoria, pero sí que conozco que cayó prisionero en Teruel, allá por diciembre del 37 o principios del 38 y pasó el resto de la guerra preso en Penal de San Miguel de los Reyes en Valencia. Su cuñado, es decir, el hermano de mi abuela, perteneció a Falange y cayó muerto también en un pueblecito turolense allá por 1938. Mi abuelo por parte materna no fue llamado a filas por ser hijo de viuda. Mi madre que tiene ahora 79 años recuerda como mi abuela la recogía con una manta y se la llevaba corriendo a los refugios antiaéreos cuando sonaba la alarma.

Aunque se sale del tema, pero realmente está muy ligado, el hermano menor de mi tio-abuelo que cayó en Teruel, se unió a la División Azul y participó en la IIGM en Rusia.

Un saludo.

Jesús Hernández dijo...

Bueno, bueno... interesantísimos todos los testimonios que van saliendo aquí, muchas gracias a todos por vuestras aportaciones.

Os he hablado de la familia de mi madre, y tal vez alguien se pregunte por la de mi padre, que era de Monreal del Campo (Teruel). Pues mi padre nunca ha querido hablar del tema; sinceramente, no sé si mi abuelo paterno era de un bando o de otro. Tal vez fue neutral, si es que se podía ser eso entonces.

Pues por sacar alguna conclusión, y aunque resulte un tópico, creo que nuestros abuelos estarían felices de saber que hoy día sus nietos podemos hablar de ellos en paz y sin enfrentamientos, como lo estamos haciendo aquí ahora.

Pues gracias de nuevo a todos por compartir vuestras historias familiares.

Jesús Hernández dijo...

Gracias por tu recomendación de "El lector de Julio Verne", Bala Perdida, ya está en mi querido Kindle.